Vacuidad.

Leo al Dalai Lama y me enseña a mirar con mirada penetrante, a no quedarme en la superficie, a mirar con profundidad más allá de la vacuidad.

Reflexiono, medito, y cuando recobro la consciencia estoy en medio de un bosque de pinos, en una ladera inclinada, resoplando, con la mirada fija en un tronco que se divide en dos, creando una forma realmente bonita con la luz anaranjada, lo tengo. Mi cuerpo lo he de cuidar, me puede llevar a lugares como ése, un bosque intransitado, solemne.

Entonces llego a la conclusión de que hay muchos yo, y que los encuentro cuando pongo en una misma línea: mi cuerpo, mis pensamientos, el tiempo, un lugar, etc, siendo consciente de la interdependencia que existe entre el yo y un todo del que dependo, que es mi origen y gracias al cuál existo.

Por tanto, me quedo con una frase:

“ un hombre es el lugar donde se encuentra “.

Otro de mis yo. Donald Judd, Centro Pompidou, Paris 2019.

Previous
Previous

Female photographer.

Next
Next

A Cande.